Entre tanto ruido, tanto silencio.
Quisiera pedir perdón de esta manera cobarde y anónima. Soberbia. Tanto tiempo con la certeza de tener la razón, de saber como eran las cosas; tanto tiempo, el mismo revelador de errores y equivocaciones. El mismo. Increíble ser, convencimientos, seguridades, caminos. Asuntos claros, errores cometidos, disculpas.
Entre tantas palabras, tanto silencio.
Afuera la ciudad explota bajo un manto de fuego y risas y copas. Y yo no puedo dejar de pensar. Hechos, causas, confusiones. Y silencio.
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