Me contaron que encontraste a alguien. Y yo sigo acá, con mi mundito de cartón pintado, medio alegre, medio triste, como siempre. Un pelotazo en la cabeza, un poco aturdido. ¿Cómo será? ¿Hará los mismos chistes que yo? ¿Sonreirás ante sus ocurrencias y se sentirá como alguna vez me sentí? ¿Le dirás las mismas palabras que supiste decirme? ¿Cantarás las mismas canciones? ¿A dónde habrás guardado todos los sueños, los planes y la vida que construimos acostados mirando techos? ¿Habrás quemado mis cartas y rasgado mis fotos? ¿Recordarás esa vez primera en que nos vimos y descubrimos? ¿Besarás como me besabas? ¿Te habrás olvidado de todos los abrazos, de todas las caricias, de todas las noches juntos?
Lo intenté. A mi manera, pero lo intenté. Espero que estés bien, que seas feliz, tu gran anhelo. Que te merezca, no como yo. La vida siguió nomás, ¿viste? Y vos no me creías. Siempre es posible volver a soñar. El problema es despertarse.
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