Probabilidad de chaparrones

Hubo un tiempo en que un día podía durar para siempre y solo terminar cuando el sol o el corazón lo dictasen. En que el mayor problema que había que afrontar era colgar la pelota en lo de la vieja de los gatos (en toda niñez hay una vieja con gatos) y “responsabilidad” implicaba hacerse cargo del horrible zurdazo y tocar el timbre estoicamente para reclamar lo perdido. Hubo un tiempo en que el peor temor era quedarse afuera del pan y queso, y que la gloria era meter gol, saborear el momento en que la pelota cruzaba el arco hecho con mochilas y salir corriendo y gritando (y los abrazos) como si el país fuera un puño apretado gritando por Argentina.

Hubo un tiempo en que el amor se resolvía girando una botella y cruzando los dedos fuerte, para poder darle un piquito a la chica que te gustaba. El sexo aparecía ahí, tan simple y dulce, cuando ponías trompita y cerrabas los ojos, y las dos bocas se acercaban lentamente, despacio, despacio, y apenas se sentía el roce de los labios las caras salían como eyectadas, como rechazadas por una fuerza superior. Y te limpiabas la boca con el antebrazo pero mentira, hubieras dado las estrellas para que ese momento se repitiera una y otra vez.

Y hubo un tiempo en que lo mejor que podía pasarte en una tarde calurosa de verano era que esos nubarrones en el horizonte se acercasen para estallar en tu cabeza, y empaparte entero bajo la lluvia, abrir los brazos a lo Diego Torres y mirar al cielo, para sentir cada una de las gotas chapoteando en tu cara, mientras abrías la boca para tomar agua (“pura”, decíamos). Para dejar la plaza por un momento y correr, correr por la vereda buscando refugio, y encontrarlo bajo el toldo de alguna mercería abandonada, y acurrucarse todos juntos a mirar la calle en tinieblas, los autos rompiendo la barrera de agua, hablar y reflexionar y tener serias discusiones científicas sobre lo bueno que estaría poder teletransportarse o ser invisible para espiar a la vecina de enfrente. Y la gente que pasaba apurada a las puteadas. Pertenecían a otro mundo, tan lejano al nuestro.

Hubo un tiempo, no me cabe duda. Y hay un tiempo. Un tiempo en que el día es eterno, sí, pero no ves la hora de que termine el suplicio. En el que los problemas se multiplicaron y ya no se solucionan tocando un timbre y diciendo “Doña, ¿nos alcanza la pelota?”. Un tiempo en el que los temores te rodean y la gloria parece inalcanzable (o etérea). En el que el amor no se resuelve girando una botella, más bien vaciándola. Y es un tiempo en el que una lluvia en medio de la tarde puede arruinarte el día (justo hoy que no traje paraguas) y te comés el garrón del viaje en subte empapado, compartiendo el olor a humedad con los demás pasajeros, generando un vaho comunitario irrespirable.

Así, mojado, refunfuñando, encarás para tu casa, con cara de orto y mal humor. Hay unos pibes sentados bajo el toldo de enfrente, mirando absortos la lluvia que cae. Pendejos de mierda. Pertenecen a otro mundo, tan lejano al nuestro.


Comments

  1. Categoría Nube Avatar
    Categoría Nube

    Espero nunca deje de estar ese otro mundo, por eso en la niñez de tus nietos yo seré la loca de los gatos

    Me gustó mucho tu blog

    Mica

  2. :agustinajazmín Avatar
    :agustinajazmín

    ¿envidia por qué?

  3. En respuesta a tu comentario: no, lo nuestro tampoco es porno.
    Nos quejamos nomás….y si, los DC nos juntaron y nosotras nos potenciamos!

    besos Muzza.

  4. "Hubo un tiempo en que el amor se resolvía girando una botella y cruzando los dedos fuerte, para poder darle un piquito a la chica que te gustaba. El sexo aparecía ahí, tan simple y dulce, cuando ponías trompita y cerrabas los ojos, y las dos bocas se acercaban lentamente, despacio, despacio, y apenas se sentía el roce de los labios las caras salían como eyectadas, como rechazadas por una fuerza superior. Y te limpiabas la boca con el antebrazo pero mentira, hubieras dado las estrellas para que ese momento se repitiera una y otra vez."

    Me enamoré de este párrafo.
    Hermoso…y tan cierto!

  5. cerdos y cerdas Avatar
    cerdos y cerdas

    el final, "pendejos de mierda", es tremendo, no lo había dicho, pero me da risa

  6. Miriam Eme Eme, estará bueno leerme, pero borraría lo que escribí y pondría en su lugar lo que escribiste, sublime.

    Chapu, los recuerdos hay que traerlos así, de a poquito, sino la vida se tornaría insoportable.

  7. Me quedo con el final. Pendejos de mierda.
    Igual me gustó, me hizo acordar a esos tiempos. Gracias. Fue lindo revivirlo por lo que duran los parráfos. Lastima eso. Pendejos de mierda.

  8. Miriam Eme Eme Avatar
    Miriam Eme Eme

    Pero justo cuando levantas la mirada de las zapatillas mojadas en el subte abarrotado alguien con camiseta pegada al cuerpo dá muestras de que el agua marca aquello que debia permanecer oculto, y entre miradas complices arriba de las zapatillas y debajo de los rostros bajan en Loria y se van por ahí a sentarse en un bar, y ya no es necesario que la botella gire ni tampoco que esté vacía porque uno más uno son dos tomando una cerveza en una tarde de lluvia, en camiseta….

    Muzzaaaaaaaa!!!!
    Qué bueno está leerte!!!!

  9. La Maga, creo que la clave está en lo que tengas que hacer después. No es muy adrenalínico pasar todo el día mojado adentro de una oficina, te lo aseguro. Igual aguante despreocuparse.

    xavier, no te me pongas llorón, que para eso estoy yo, che.

    Quiero ser una Mantenida, siempre, siempre, hubiera sido un tanguero fenomenal. Todas las bicis y los barcos.

    Anónimo, no pienso discutirlo, se sabe que las madres siempre tienen razón.

  10. Anonymous Avatar
    Anonymous

    Mamá juntaba el agua de lluvia en un balde (con eso de que era pura…) decía que era muy bueno para lavarse el pelo!

  11. Quiero ser una Mantenida Avatar
    Quiero ser una Mantenida

    Siempre tan nostalgico…
    Que tiempos aquellos, dios.
    Reconozco que hubo partes que me hicieron acordar muchoo a Verano del 98', y eso que ya pasaron 11 años de ese hitaso de Cris.

  12. Volvió el Muzza que más extrañaba. Texto sin desperdicio: Añoranzas pasadas y angustias actuales en la misma mesa.

  13. La Maga Avatar
    La Maga

    y ni te comento si te agarra (la lluvia) en pleno congreso, y en bicicleta..
    igual todavía me gusta, así que no tiene el poder de arruinarme el día, aunque sí le de un toque de adrenalina (en caso de que me agarra en el microcentro en bicicleta, nuevamente)
    me gustan mucho estos que estas escribiendo ultimamente che,,

  14. Cerdos y cerdas, siempre tuve la sospecha de que a las viejas no solo no les molestaba el pelotazo, sino que por el contrario estaban esperando ansiosamente y con los ojos inyectados que un inocente balón cayera en su patio, para pincharnos las ilusiones de un tirón. Eso sonó a "arráncame la vida de un tirón".

    sexoeroticamente, supongo que tu reflexión deviene de la frase "con cara de orto". Y sí, por supuesto en que creo que todos coincidimos en que hay culos muy lindos, pero el punto no es ese, sino que por el culo pasa la mierda. De ahí que encuentro aplicable decir que alguien tiene cara de orto para decir que tiene un mal día, digamos. Auspició este momento escatológico Activia.

  15. sexoeroticamente Avatar
    sexoeroticamente

    Si comento..mi opinion es mas que obvia,(aunque no creo mas que en mis propios tiempos),
    Pero ciertos escritos solo se sienten o nó, no se critican..!!no suelo gastar letra en algo que no me impacte..pero.pero..pero..
    bajemos mitos…"como el culo" (?)…
    hay ortos preciosos!!! y odio las auto_propagandas cla!!! realmente..turgentes..sabrosos..untados…gastados(?)…danzara_reados…te va digamos ?
    Con esos culos la vida es una fiesta continua!!!…ja!…, costumbre de magnificar suplicio? ,,sacá el cuello pa fuera..que el sol brilla!!
    adeu!!! bell maco..

  16. cerdosy cerdas Avatar
    cerdosy cerdas

    Llegué tarde al post anterior, la regla n1 del amor hay que cumplirla a raja tabla, jamás se hagn un tatoo con el nombre de tu pareja.
    Saludos desde el chiquero

  17. Cerdo y Cerdas Avatar
    Cerdo y Cerdas

    Cuanta verdad hay en que en nuestra nniñez siempre había una viejo con gatos. Cuanod tenía 7 años mi viejo nos regaló un arco de fútbol que hizo en la fabrica y lo plantamos en el pasto verde de nuestro patio. De tanto jugar las pelotas se caian a los vecinos, a la casa de la vieja de los gatos, cuando la pediamos, nos la devolvia pinchada si era una pelota de cuero y si era de platico con un tajo, que putee a esa vieja de los gatos.

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