Cheronca

Ayer salí de mi casa, y nomás hacer cincuenta metros me cruzo con un pendejito. Llegaría a los doce, con suerte. Me llegaba a la cintura. Y de repente, este muchachito, mirando al horizonte, infla el pecho en pose macho-argento-me-la-re-aguanto, y exhala:

-¡EH! ¡MANGA DE PUTOS!

De su garganta emergió un sonido de flautín sopranino, casi afeminado diría, que contrastaba con la postura del joven, queriendo destrozar todo a su paso. Tuve ganas de cagarme de risa en su cara, de gritarle: “¡SALAME!”, de decirle cuán estúpido había quedado, de decirle que la vida
está a punto de venirsele encima y gritarle todos los días que es un puto, de avergonzarlo, por creerse el más poronga de la cuadra.

Pero no lo hice. Podría mentir y ponerle más onda a esta entrada diciendo que le partí la mandíbula con un cross de derecha y lo dejé chocolateando en el piso. Pero no lo hice.


Comments

  1. LA VERDAD A MI ME INDIGNA ESTE POST.

  2. No quiero sonar a ortiva pero esta entrada es una mierda. La borraría.

    Gracias por los comentarios =D

  3. no habia nada que perder igual…a lo que hemos llegado..hasta me lo imagino! jaja muy bueno!

  4. no habia nada que perder igual…a lo que hemos llegado..hasta me lo imagino! jaja muy bueno!

  5. jajajaja! jajajajaja! ¡INDIGNAN!

    lula

  6. Mate a un negro y haga patria.

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