Las Hormigas. Eduardo Galeano.

Y una historia de no hace mucho, un ratito nomás…

Tracey Hill era niña en un pueblo de Connecticut, y practicaba entretenimientos propios de su edad, como cualquier otro tierno angelito de Dios en el estado de Connecticut o en cualquier otro lugar de este planeta.

Un día, junto a sus compañeritos de la escuela, Tracey se puso a echar fosfóros encendidos en un hormiguero. Todos disfrutaron mucho de este sano esparcimiento infantil; pero a Tracey la impresionó algo que los demás no vieron o hicieron como que no veían, pero que a ella la paralizó y le dejó, para siempre, una señal en la memoria: ante el fuego, ante el peligro, las hormigas se separaban en parejas, y de a dos, bien juntas, bien pegaditas, esperaban la muerte.


Comments

7 responses to “Las Hormigas. Eduardo Galeano.”

  1. Yo, hormiga.

  2. Me sonó muy tarzanero eso…

  3. a no, me salio de ‘yo, argentina’, fijate vos..

  4. Santi Monse Avatar
    Santi Monse

    Precioso cuento de Galeano.

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    Santi Monse

    Precioso cuento de Galeano.

  6. Chapu Avatar
    Chapu

    Todas firmas de compromiso. Je.

    Ante el peligro, esperaban la muerte.

    Claro.

  7. Muzza Avatar
    Muzza

    No juzgueis o serais juzgados.

    Lo puse así, pero no cité, lo inventé.

    Movistar.

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