Sacás una idea de ahí, un sentimiento del otro estante, los atás con ayuda de palabras, perras negras, y resulta que te quiero. Total parcial: te quiero. Total general: te amo. Así viven muchos amigos míos, sin hablar de un tío y dos primos, convencidos del amor-que-sienten-por-sus-esposas. De la palabra a los actos, che; en general sin verba no hay res. Lo que mucha gente llama amar consiste en elegir a una mujer y casarse con ella. La eligen, te lo juro, los he visto. Como si se pudiese elegir en el amor, como si no fuera un rayo que te parte los huesos y te deja estaqueado en la mitad del patio.
Rayuela (Capítulo 93) – Julio Cortázar
Comments
6 responses to “Rayuela (Capítulo 93) – Julio Cortázar”
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Que grande Julio.
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Perdón por haberte propuesto matrimonio, ayer por msn a tan altas horas de la noche.
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“Como si se pudiese elegir en el amor, como si no fuera un rayo que te parte los huesos y te deja estaqueado en la mitad del patio.”
Sería mucho más fácil poder elegir en cuestiones del amor…pero resulta complicado.
Creo que es en el único aspecto en el cual el amigo F.N. se equivoca diciendo que estamos condenados a la libertad. -
Es el rayo… definitivamente
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HOY no tenía ganas de leer eso, por algo ordené, limpié, cociné, y SOBRETODO después de terminar con todo el departamento (lo que me llevó 4 horas y media, de las cuales solo frené media para comer y chusmear CQC) saqué a Cortazar de mi mesa de luz y me leí por enésima vez el libro de los 100 años de FERRO.
A ver si soy clara, no queria pensar, asi que después de todo eso, me puse a leer blogs, y justo hoy a todo el mundo se le dió por escribir cosas ASÍ.
Julio es increible, pero si estás en un día como el mío… mejor huirle.
Beso grande!
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A Ornella Zubini le gusta tu post.
🙂
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