Humano, demasiado humano (1878)

“Cuando dos antiguos amigos se vuelven a encontrar después de una larga separación, sucede muchas veces que afectan tener interés por cosas que les  han llegado a ser completamente indiferentes; a veces lo notan ambos y no se atreven a descorrer el velo, a causa de una duda un poco triste. Así es como ciertas conversaciones parecen sostenerse en el reino de los muertos.”

“Cuando nos transformamos radicalmente, nuestros amigos, los que no se

han transformado, se convierten en los fantasmas de nuestro propio pasado;

su voz resuena en nuestros oídos como si viniera de la región de las

sombras, como si nos oyésemos a nosotros mismos, más jóvenes, pero más duros

y menos maduros.”


“La mediocridad es la más feliz de las máscaras que puede usar un  espíritu superior, porque el gran número, es decir, los mediocres, no sospechan que en ello haya engaño; y, sin embargo, por esto es por lo que se sirve de esta arma el espíritu superior: para no irritar, y, en casos no raros, por compasión y bondad.”

La gaya ciencia (1882)

“Dios ha muerto, nosotros lo hemos matado.”

“Aparece a veces sobre la tierra una especie de continuación del amor en que aquel ávido deseo que experimentan dos personas, una hacia otra, deja lugar a un nuevo deseo, a una ansia nueva, a una sed común, superior, de un ideal colocado por encima de ellos, mas, ¿quién conoce ese amor? ¿Quién lo ha sentido? Su verdadero nombre es amistad.”

Así habló Zaratustra (1883, I y II; 1884, III; 1885, IV)

“Dos cosas quiere el hombre auténtico: peligro y juego. Por ello quiere a la mujer: el más peligroso de los juegos.”

“Vuestro amor al prójimo es vuestro mal amor a vosotros mismos.”

“También Dios tiene su infierno: es su amor a los hombres.”

“Yo digo: Ámate a ti mismo, así te amarán también los demás.”

Más allá del bien y del mal (1886)

Quien a sí mismo se desprecia continúa apreciándose, sin embargo, a sí mismo en cuanto despreciador.

La madurez del hombre es haber vuelto a encontrar la seriedad con que jugaba cuando era niño.

No existen fenómenos morales, sino sólo una interpretación moral de los fenómenos.

El pensamiento del suicidio es un poderoso medio de consuelo: con él se logra soportar más de una mala noche.

Hablar mucho de sí mismo es también un medio de ocultarse.

En última instancia lo que amamos es nuestro deseo, no lo deseado.

El Anticristo (1888)

El cristianismo ha tomado partido por todo lo que es débil, humilde, fracasado; ha hecho un ideal de la contradicción a los instintos de conservación de la vida fuerte; ha estropeado la razón incluso de los temperamentos espiritualmente más fuertes al enseñar a sentir como pecaminosos, como extraviados, como tentaciones, los supremos valores de la espiritualidad.

Uno pierde fuerza cuando compadece.

La compasión obstaculiza en conjunto la ley de la evolución, que es la ley de la selección.

…únicamente el sacerdote “redime”… Calculadas las cosas psicológicamente, los “pecados” se vuelven indispensables en toda sociedad organizada de manera sacerdotal: ellos son las auténticas palancas del poder, el sacerdote vive de los pecados, tiene necesidad de que se “peque”.

Artículo supremo: “Dios perdona a quien hace penitencia” – dicho claramente: a quien se somete al sacerdote.

El miedo al dolor, incluso a lo infinitamente pequeño en el dolor no puede acabar de otro modo que en una religión del amor…

Hay días en que me invade un sentimiento más negro que la más negra melancolía – el desprecio a los hombres. Y para no dejar ninguna duda sobre qué es lo que yo desprecio, sobre quién es el que yo desprecio: es el hombre de hoy, el hombre del que yo soy fatalmente contemporáneo.

… en el fondo no ha habido más que un cristiano y ése murió en la cruz.

De hecho no ha habido en absoluto cristianos. El “cristiano”, lo que hace dos milenios se llama un cristiano, es meramente un auto-malentendido psicológico.

… sólo la práctica cristiana, una vida tal como la vivió el que murió en la cruz, es cristiana. Todavía hoy esa vida es posible, para ciertos hombres es incluso necesaria: el cristianismo auténtico, el originario, será posible en todos los tiempos…

…el budismo no promete, sino que cumple, el cristianismo promete todo, pero no cumple nada.

Es preciso no dejarse llevar a engaño: “¡no juzguéis”!, dicen, pero ellos mandan al infierno a todo lo que los estorba. Al hacer que Dios juzgue, son ellos mismos los que juzgan: al glorificar a Dios, se glorifican a sí mismos…

El hombre de fe, el “creyente” de toda especie es, por necesidad, un hombre dependiente,…

¿Se entiende por fin, se quiere entender qué fue el Renacimiento? La transvalorización de los valores cristianos, la tentativa, emprendida con todos los medios, con todos los instintos, con todo el genio, de llevar a la victoria a los contra-valores, a los valores aristocráticos…

Un hombre religioso piensa sólo en sí mismo.

“La Reforma; Leibnitz; Kant y la llamada filosofía alemana; la guerras de liberación; el Reich – cada vez, un en vano de algo que estaba ya allí, de algo irrecobrable … Son mis enemigos, lo confieso, esos alemanes…”

“¡En la silla del papa no estaban ya sentados la vieja corrupción, el peccatum originale, el cristianismo! ¡Sino la vida! ¡Sino el triunfo de la vida! ¡Sino el gran sí a todas las cosas elevadas, bellas, temerarias!… Y Lutero restauró de nuevo la Iglesia: la atacó…”

“Si no se termina con el cristianismo, culpables de ello serán los alemanes.”

“Yo condeno al cristianismo, yo levanto contra la Iglesia cristiana la más terrible de todas las acusaciones que jamás acusador alguno ha tenido en su boca. Ella es para mí la más grande de todas las corrupciones imaginables, ella ha querido la última de las corrupciones posibles. Nada ha dejado la Iglesia cristiana de tocar con su corrupción, de todo valor ha hecho un no-valor, de toda verdad, una mentira, de toda honestidad, una bajeza de alma.”

“Lo que no me mata me fortalece.”

“¿Es el hombre sólo un error de Dios? ¿O Dios sólo un error del hombre?”

“Este arte de la ficción llega a su cima en el ser humano: aquí el engaño, la adulación, la mentira y el fraude, las habladurías, la hipocresía, el vivir de lustres heredados, el enmascaramiento, el convencionalismo encubridor, el teatro ante los demás y ante uno mismo, en una palabra, el revoloteo incesante en torno a la llama de la vanidad es hasta tal punto la regla y la ley,…”

“Observa el rebaño que ante ti desfila apacentándose: no sabe lo que es ayer ni lo que es hoy, corre de un lado a otro, come, descansa, hace la digestión, vuelve a correr, y así de la mañana a la noche, día tras día, atado a muy poca distancia con su placer y desplacer a la estaca del momento y, por ello, sin melancolía ni hastío. Ver esto le resulta duro al hombre porque ante el animal se jacta de su humanidad y, sin embargo, mira envidioso su felicidad – pues lo único que quiere es vivir de igual modo que el animal, sin hastío ni dolores, pero lo quiere en vano porque no lo quiere como el animal.”

“Pero se asombró también de sí mismo por no poder aprender a olvidar y seguir dependiendo siempre del pasado: por muy lejos y muy rápido que corra, la cadena corre con él.”

“…-que la existencia no es sino un ininterrumpido haber sido,…”

“Quien no es capaz de tenderse, olvidando todo pasado, en el umbral del instante, quien no sabe estar ahí de pie en un punto, cual una diosa de la victoria, sin vértigo ni miedo, nunca sabrá lo que es la felicidad, y lo que es aún peor: nunca hará nada que pueda hacer felices a otros.”

“En consecuencia: es posible vivir, y aun vivir feliz, casi sin recordar, como lo muestra el animal: pero es es totalmente imposible vivir sin olvidar.”

“El joven se ha convertido en un apátrida y llega a dudar de todas las costumbres y conceptos.”

“El hombre se retira entonces de la infinidad del horizonte, replegándose sobre sí mismo, y se encierra dentro del más reducido recinto egoísta, donde está condenado a secarse y atrofiarse: allí es probable que llegue a ser inteligente, pero nunca sabio.”

“Cuanto más espíritu, más sufrimiento […] Y también: cuanta más estupidez tanto mayor bienestar.”

“A partir de su pesimismo Schopenhauer tenía completo derecho a dejar como única virtud la compasión: con ella es con la que más enérgicamente se fomenta de hecho la negación de la voluntad de vivir. La compasión, la caritas, al permitir a los deprimidos y a los débiles seguir viviendo y tener descendencia obstaculiza las leyes naturales de la evolución: acelera la decadencia, destruye la especie – niega la vida. ¿Por qué las otras especies animales permaneces sanas? Porque carecen de compasión.”

“Bendito sea el que olvida, porque a él pertenece el paraíso.”

“Cuántos hombres se precipitan hacia la luz, no para ver mejor sino para brillar.”

“De nadie estamos más lejos que de nosotros mismos.”

“El Hombre, en su orgullo, creó a Dios a su imagen y semejanza.”

“El hombre sufre tan terriblemente en el mundo que se ha visto obligado a inventar la risa.”

“El que niega su propia vanidad suele poseerla en forma tan brutal, que debe cerrar los ojos si no quiere despreciarse a sí mismo.”

“El sexo es una trampa de la naturaleza para no extinguirse.”

“Es preferible morir a odiar y temer: es preferible morir dos veces a hacerse odiar y temer.”

“Fe significa no querer saber la verdad.”

“Hay espíritus que enturbian sus aguas para hacerlas parecer profundas.”

“La guerra vuelve estúpido al vencedor y rencoroso al vencido.”

“La manera más desagradable de replicar en una polémica es la de enojarse y la de callar, pues el agresor interpreta ordinariamente el silencio como un desprecio.”

“La mentira más común es aquella con la que un hombre se engaña a sí mismo. Engañar a los demás es un defecto relativamente vano.”

“La mujer comprende al niño mejor que el hombre, pero el hombre es más niño que la mujer.”

“La única diferencia entre Dios y yo es que yo existo.”

“La verdad es que amamos la vida, no porque estemos acostumbrados a ella, sino porque estamos acostumbrados al amor.”

“Las personas que brindan su plena confianza creen por ello tener derecho a la nuestra. Es un error de razonamiento: los dones no dan derecho.”

“Lo que me entristece no es que me hayas mentido, sino que ya nunca más podré confiar en ti.”

“Lo que no me mata, me hace más fuerte.”

“Los monos son demasiado buenos para que el hombre pueda descender de ellos.”

“No hay razón para buscar el sufrimiento, pero si éste llega y trata de meterse en tu vida, no temas; míralo a la cara y con la frente bien levantada.”

“¿No es la vida cien veces demasiado breve para aburrirnos?”

“No querer mortificar, no querer herir a nadie, puede ser lo mismo una muestra de justicia como de timidez.”

“Olvida uno su falta después de haberla confesado a otro, pero normalmente el otro no la olvida.”

“Quien ve mal siempre ve demasiado poco; pero quien oye mal siempre oye demasiado.”

“Se debe morir orgullosamente cuando ya no es posible vivir con orgullo.”

“Sin música la vida sería un error.”

“Solamente aquel que construye el futuro tiene derecho a juzgar el pasado.”

“Creo que los animales ven en el hombre un ser igual a ellos que ha perdido de forma extraordinariamente peligrosa el sano intelecto animal, es decir, que ven en él al animal irracional, al animal que ríe, al animal que llora, al animal infeliz.”


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