PIENSO (martes 26 – avión)

Escrito en mi primer viaje a Iguazú, Octubre 2021.


Nos obsesiona la muerte cuando no llega, cuando está lejos. Leí esta frase en “El Inmortal” de JLB:

“Nadie es alguien, un solo hombre inmortal es todos los hombres”.

Vos, sola mujer inmortal sos todas las mujeres.

Es un cuento que reflexiona sobre la inmortalidad y el sin sentido de la vida. Yo me siento derecho y pienso. Me pongo mi sombrero de pensar.

Pienso en el mundo antes y ahora, pienso en la tecnologia, en como te hunde y te salva a la vez.

La pelotudez humana siempre existió.

Se cancherea un poco, también.

Se caranchea.

Pienso en tantas almitas buscando calor por ahí. La necesidad de mostrarse y ser mirado. Será que no te miraron demasiado? Que buscás afuéralos, que no encontrás adentro? Qué esperás, por qué das tanta vuelta?

Pienso en los niños criados aniñadamente por padres aniñados que ni siquiera saben ser.

La epidemia de la gente ignorante que se viene. La sedación constante de las redes sociales. La adicta dopamina y los sueños que vendrán.

Me cansé.

Suficiente.

Lloré mucho ayer, frente al espejo.

Lloró el padre que no quería ser.


Pretendemos un componente mágico del amor que en realidad no existe, es una construcción.

Como si el amor fuera religión. Hay que segguir enseñando sobre el amor porque aún hoy, en una sociedad hiperevolucionada, sigue siendo el gran Haber de la Humanidad.

Nadie puede saber a ciencia cierta exactamente qué es el amor, ni mucho menos pretender tener las credenciales para enseñarlo pero sí, como con todo todo el tiempo y toda la vida toda, podemos intentarlo.

Nunca dejes de intentarlo. Intentar es vivir también.

Pensamos que el amor es una especie de rescate; y puede que lo sea, el problema de esa idea es hacer depositaria a una persona de ese amor. O mejor dicho, hacer a una persona responsable de ese amor rescate.

Nada puede malir sal.

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