“No sé por qué corrí
si con vos quería escaparme de todo”
Pequeña Eloisa – Triste Flor
No sé si fue inteligente verte. Pero necesitaba hacerlo, necesitaba sacarme la duda. Y ahora ya no importa cómo me siento. Es injusto que te diga esto, es injusto que lo escriba esperando que pases por acá y lo leas, lo sé, perdoname. Pero tengo que hacerlo. Necesito hacerlo para sacarme esta extrañeza de encima. No me reconozco.
Mientras hablábamos, y tus ojos negros se movían y sonreías y te veía imbuída de felicidad como nunca te había visto (inocentemente pensé que estabas feliz de verme, después entendí que estabas feliz por todo lo que te está pasando, y me alegra, no creas que no, pero no está bueno no ser parte de tus sonrisas), mientras tu boca se movía y yo olía (ahora que lo escribo, pienso: “tal vez por última vez”) tu maravilloso y eterno Carolina Herrera que da ganas de saltarte al cuello, mientras fumaba, en fin, mientras todo eso… lo tenía guardado en la billetera.
Ahora lo saqué y lo puse acá en el teclado; es un pedacito de cartón que cortaste a mano, una mañana lluviosa y gris que nos mantuvo abrazados entre maderas. Un cartón pintado de un lado. Del otro está tu firma y una pequeña triste flor de cuatro pétalos, y algo que escribiste para molestarme: “Marcelo egoísta!! idiota”. Y la fecha: “6.Oct.07”. Casi un año y medio.
Escribo y me detengo. Pienso, recuerdo. Escucho esa canción. Miro el cartoncito. El cartón que me regalaste hace un año y medio contiene un mensaje tan fuerte y tan actual que hace parecer que el tiempo no ha pasado, que sigo detenido allá en el día que empezaste a enloquecerme. Sólo tres palabras. Tres palabras que resumen todo lo que pasó hasta hoy y el hecho de que esté como un idiota escribiendo esto. Tres palabras que no tienen tiempo, que son explicación y verdad sin remedio, que nunca antes supe ver.
Marcelo. Egoísta. Idiota.
Y es tarde para darse cuenta.
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