- ¡Ok! Sí, ¡box de amor! ¡Wow, grito muy Pooh!
- Abrazada a mi corazón rojo, reposo en nuestra cama. Sólo me faltas vos, y eso es que me falte todo.
- ¿Pasás? ¿No te quedás? Sí, ya estoy en casa. ¡Venite ya!
- Mejor, hablemos mañana, no vengas. Y no me enojo.
- Volvete.
- Si no te quedás a dormir, mejor ni vengas.
- Te invito a dormir a casa… Y dejá de mirar culos.
- Los quiero, a todos. ¡Sólo para mí! En la boquita, en la colita y obvio, la pochola. Y las tetas, panza… Ok, en todos lados.
- ¡El papel salió limpio!
- Te pienso. Me sonrío. Te extraño. Te deseo. Te busco. Te quiero. Me muero. De amor. Por vos. Por siempre.
- Yo le estoy por decir al chofer del 152 que le meta pata, que me estoy por morir de amor…
- Porque quiero dejar de trabajar y dedicar mi vida a mis dos hombres. Y para eso necesitamos plata.
- Nuestra casa. Nuestra cama. Yo dolorida y ya entrando en el dulce sueño. Te amo. Te llamo al despertar.
- Camino y tengo hipo.
- Kajaja, kajaja, este cel pornoga se ríe. Kajaja, ¡estoy viva y feliz! ¿Vos?
- Missing you.
- Está el pibe tocando la gaita y te extraño.
- Todavía están nuestros cafés en el bar de Retiro. Kajaja.
- Te quiero tatan tatan 🙂 y ahí está saliendo algo durito pero algo al fin.
- Oh, salió lechona también.
- Kajaja, pera tambaleante, sos tan lindo, quiero abrazarte ya.
- Hasta me parece que vivir juntos no me alcanza. ¡Quiero más, Marce! ¡Quiero más mundo! Por favor, dormí en nuestra casa hoy.
- El otro se acaba de reír y se le escapó un pedo. Morimos de risa.
- ¿Puede ser que ya te extrañe? Te amo.
- Dos tarados enamorados. Te adoro.
- Puta, pota, te extraño mal. Estoy inquieta por tu malestar. ¿Estás mejor?
- Ay dios, hasta con esa grasada me calentás.
- ¡Hoy te ahogo, hijo de puta!
- ¡Dios! Me vas a matar… y a romper el culo también.
- Te extraño mucho mal.
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