Siempre envidié a los buenos cuentistas. La capacidad de algunas personas, literatas o no, de contar una buena historia o un relato atrapante e hipnotizar al escucha parece escaparse de mis manos como un puñado de arena. Y seamos sinceros, ¿quién no disfruta escuchando una buena historia?
Pero no encuentro el ritmo, la cadencia, el espaciado, ni las palabras necesarias. Estaré condenado a escuchar. Que parece otra habilidad que escasea en estos días.
Saber escuchar es muy importante. Si no hubiera quién escuche, importaría ser un buen cuentista?
Jaque y mate.
Si un árbol cae en un bosque y no hay nadie para escucharlo, ¿hace ruido?
Filosofía barata y zapatos de goma, decía Charly.
Tablas.
Si un árbol cae en un bosque y no hay nadie para escucharlo, ¿hace ruido?
Filosofía barata y zapatos de goma, decía Charly.
Tablas.
no será un filósofo pero me encanta escuchar a don Luis Landrisina.
PE
El único cuento que le escuché es el de la yerba mate… 😀
Eramos pocos…
Un saludo, PE, gustazo verlo por acá.
genio landrisina. observador, por sobre todo. creo que eso es muy importante para atrapar. en landrisina la descripcion del entorno es lo que atrapa, casi no hay chiste, sino catarsis.
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